A la Historia Oral como la plantea el documento, los docentes de historia la identificamos como Tradición oral, porque la consideramos como una herramienta en la construcción del conocimiento histórico, la cual no es totalmente ajena de la práctica de enseñanza actual de la asignatura, según nos lo permiten los planes y programas.
Además se considera que utilizar esta herramienta en la enseñanza de la historia permite despertar el interés por el impacto que cada sujeto, familia, comunidad o determinada sociedad tiene en torno a un proceso o hecho histórico.
También es importante señalar que puede reducir la brecha que existe entre la escuela y la comunidad, ya que en la escuela se enseña y se aprende un mundo diferente e incluso ajeno a lo que se siente, se piensa y se hace en la comunidad.
Entonces la tradición oral debe tratar de vincular lo que ocurre en su comunidad: Qué vivió, cómo lo vivió quienes lo vivenciaron, en referencia del acontecimiento a estudiar (hecho histórico) para así promover la construcción de un conocimiento útil para la vida de los estudiantes.
Es importante mencionar que ofrece la oportunidad de vincular a otras áreas o asignaturas para abordar el acontecer de las comunidades.
Retomar esta herramienta implica el uso de técnicas y estrategias bien definidas, como lo refiere Chantal de Toourtier, al establecer que es importante tener bien definido el tema a tratar, seleccionar o elegir al informante, establecer el lugar de la entrevista, tener una guía de la misma, respetar ciertos lineamientos para la transcripción fidedigna de la información y seguir ciertos criterios de publicación.
Es importante tomar en cuenta estas consideraciones para obtener un conocimiento claro, lo mas objetivo posible, que permita establecer la vinculación entre escuela y comunidad y sobre todo, propiciar que el alumno se sienta parte de los procesos históricos que vive y se genere una cconciencia crítica.
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